jueves, 14 de febrero de 2008

Petición de ayuda


(título sugerido por mi papá, Ovidio Antigonito Xse)


I

Si subí las escaleras tan rápido, fue porque supe que si no lo hacía, no me iba a dar tiempo... (¿de qué?) El instinto de salvarte me hizo caer en la cuenta de que siempre fuíste como una isla aún no descubierta, llena de señales perdidas que nadie nunca supo identificar. Y la verdad es que todos te extrañábamos tanto... Nunca debiste irte.


Todos los días mencionabas algo de tu partida. Todas las noches, cuando íbamos a dormir, cada vez que nos abrazábamos, tu rostro reflejaba esa expresión extraña. En tus ojos yo adivinaba de vez en cuando una mirada cansina. Era el semblante de aquél que lo ha visto todo, y sólo permanece expectante al final. Lo peor fue cuando rompiste el cuadro de los mares y tiraste todos los jarrones de alcatraces en la casa por uno de tus ataques de ansiedad.


Y siempre que podía, yo te tomaba de las manos frías y te llevaba a la ventana para que vieras la avenida, el paso de los carros, los transéuntes, la vista de la ciudad. Sólo entonces podía ver que tus ojos cambiaban su expresión, y que tus labios se retorcían a manera de sonrisa. De tu garganta salía una risita que se ahogaba en la comisura de tu boca.


El día que más lloraste fue cuando vinieron a raparte y cortarte las uñas tan largas que traías. Maldijiste a todo mundo. Cuando yo traté de consolarte, tú me dijiste que era una más, igual que todos ellos.


Antes que sucediera esto, están las tardes bajo el árbol. Estaban tus visitas, las cartas que dejabas en mi ventana, tus chistes malos. Yo no sabía, amor, yo no sabía. Nunca supe adelantarme a los azares del destino. (De por sí éste es muy difícil de lograr...) Tú de algún modo lo veías venir, y yo no hice caso de las señas que mi subconsciente me arrojaba a manera de sueños malos, que siempre culminaban en gritos.


Tu condición no afectaba tu lucidez. Siempre fuíste tú quien reía intenso, quien resolvía los problemas más complicados, encontraba los objetos perdidos, y me animaba a pensar. Eras tú quien apagaba la luz en las noches. A pesar del agobiante interior que guardabas, no permitías que te fuera a dominar. El problema llegó cuando hojeaste ese libro maldito. Nunca había sentido esa reticencia por un objeto inanimado. Luego comenzaron mis sueños.


La pata del mono te volvió loco. Sudabas en vano cada que te sentabas. Devorabas con avidez las letras y te tragabas las palabras. El libro te hipnotizó, y a partir de entonces cualquier posible rutina habría de girar en torno a esa colección de hojas podridas.


Pasaron los años, y tu trabajo se reducía a unas cuantas clases de matemáticas, más la de filosofía. Nos mudamos de apartamento porque ya no podíamos con las cuotas del alquiler. Uno a uno, los muebles fueron desapareciendo, excepto la cama, el librero, la mesa y el ropero. De tu lado de la cama, encima del ropero, gozaba de estancia permanente el libro que no soltabas ni cuando te veía descansando tumbado en el sillón.


II

En el sueño, todo el mundo se confinaba dentro de un vasto corredor blanco, donde nunca se le adivinaba el final. Sucedió que de repente y sin saber cómo, me encontraba metida en ese comedor con cara de hospital. Ansiosa por saber dónde estaba, anduve de un extremo a otro, pero nunca encontré una salida. No había puertas, sólo ventanas. Lo peor es que cuando te llamaba, descubría que en ese sueño, yo no podía gritar.


Esa noche descubrí que te quería por el hecho de que, aunque nunca supieras qué demonios me pasaba, no me dejabas ahogarme en mi propio charco de ansiedad, jamás.


Conforme pasaba el tiempo, el sueño se fue prolongando. Unas veces gritaba y otras veces amanecía retorciéndome entre las sábanas por el recuerdo incesante y latente, que me asustaba. De cualquier manera, sin importar cuánto tratase, no lo podía sacar.


La pata de mono seguía en el estante. Ahora no lo soltabas porque según tú, había un mensaje matemático cifrado en ella.


(algún día continuará, espero...)
Al menos sé cómo terminará, porque ya pasó el final.

1 comentario:

Ov!.Hamtigonito.Xse dijo...

hijita...
espero la siguiente part
estoy intrigado hehehehe

te kiero literata!