lunes, 16 de junio de 2008

I had a girlfriend, and she was blue

Jun. 2nd, 2008 at 2:33 AM

Azul es el cielo, con las nubes paseándose lentamente sobre él. Se confunde con el mar, si no fuera por ellas, no distinguiría dónde comienza el aire azul y dónde su reflejo. Hacia el horizonte, todo azul.

Por un momento me pierdo entre el paisaje, y comienzo a visualizar tu rostro entre las piedras. Se ve como ceniza.

Y cierro los ojos, se va palidenciendo más tu recuerdo, el perfil de tu sonrisa.

Y cierro los ojos, te pierdo entre las rocas, y la ceniza se vuelve mi azul.

Te des-cribo.

Por alguna extraña razón, te pierdo.

sábado, 14 de junio de 2008

Pulsar

Estoy sorda, ciega,
manca.
Me despierto en las mañanas con diez neuronas menos que el día anterior.

Olvido mi bolsa en los restaurantes.
Me pierdo al llegar a mi casa.

Pero puedo ver todo, cuando cierro los ojos
Sin necesidad de ningún tipo de droga.

Viva la vida
Siento el pulsar
Y tu cabello

Sucede que ahora puedo ver hasta la luz más intensa y blanca
que se posa frente a mí

Escucho ruido
Y las voces de cánticos de iglesia...

No creo que San Pedro me deje entrar por su puerta, mañana en la mañana.

martes, 10 de junio de 2008

Yo me curo con rumba

Está la luz, que se refleja en el espejo en vez de mi reflejo. Está la ventana en la esquina, y las luces de allá afuera; estrellas caídas.
(¿Está ella durmiendo al lado?)

Estoy yo escribiendo en silencio, pero lo más rápido posible. Y estás tú, en algún lado, encendiendo un cigarro, escuchándo música y tendiéndote en la cama.
(Tal vez solo, tal vez acompañado)

Está el sudor de las noches del jueves. Las vueltas del viernes. Los besos, impulsos reprimidos durante la madrugada.

Estoy yo, sin pensar, esperando reír. De ratos me siento pequeña y no comprendo el mundo, girando, vacilando.

De corazón.

lunes, 9 de junio de 2008

auto.instantánea

sin querer, y sin siquiera desearlo, he soñado contigo
extrañé tu cabello corto
te recordé
sentada en la hielera

y estos dos pianos...
no hacen más que cantar a gritos lo que nunca prometimos
lo que siempre estuvo ahí
nuestra fotografía
autoinstantánea

sábado, 7 de junio de 2008

Golpes del destino

Una noche de verano, hace diecisiete años.
La verdad, lo único que queda de esa ilusión
en la noche de bodas

es el vaso en el que guardamos los cepillos de dientes
en el baño.

miércoles, 4 de junio de 2008

alegría efímera

en medio del cuarto, dibujaste el círculo como simbolizando el mundo entero.
sin puntos, sin mayúsculas. nadie es más alto que otro. pero siguen los acentos.

hay cosas que vale la pena enfatizar. es la consigna, es el mundo, y por un momento da mucha risa.

los pasos acompasados no permiten que se pueda echar una mirada fugaz hacia atrás. el que se detiene, choca.

el mundo no se parará,

sigue girando.

hay muchas risas. pero pausa. el mundo se detiene.

las escaleras bajan. todos comienzan a llorar.

domingo, 1 de junio de 2008

El bar sin nombre

Estar sentado en el sillón, sorbiendo del vaso con apatía extrema. Mirar hacia un lado, al otro, y no ver nada salvo paredes rojas, pantallas de plasma y siluetas de camellos.

No, no estás ebrio. Así es el lugar.

Las manos entumecidas por el frío del hielo licuado, y el vaso herméticamente adherido a tí. Por decidia, no habrá de soltarse. Y tú tampoco habrás de dejar de seguir tomando.

Deja el tú. Duerme al yo. Jálala a ella.

El ruido que se vuelve música, y luego ensordece de nuevo. Basta de poses ensayadas, de gestos premeditados. Todas son guapas, se ven igual, qué más da. Con que al menos una termine en el sillón o en la cama.

Es lo mismo, pero no es igual.

Ahora empiezan a trepar por las paredes, y sientes hormigas que corren por tu cara. Deja el vaso. Sal a caminar.

Extraño tu recuerdo...

Vuelves adentro, y te das cuenta que el lugar es grande aunque de fuera se ve pequeñísimo. Una puertita negra, ninguna ventana. Alrededor, la música, cabellos al aire. Y el baile.

Todos son juguetes, todos están lindamente predispuestos a rodar y volverse a demacrar la noche siguiente. Al final, son desechables como tú. Así que, ¿cuánto te va a costar, querido devoto de la madrugada?

En lo que salga el taxi.

Su mano, tu mano, el cabello y la cara que escurre sudor.

Hello little boys, little toys...

Entonces, subes a un carro, abres la ventana. Sacas la cabeza. Te vas a marear. Pero ella va a tu lado.

Opciones de entrada:

la puerta,

no encuentras la llave.

la ventaja,

tienes que cargarla a ella primero.

el plegadizo del piso de arriba,

va.

Déjate caer.
Déjala aventarse.

¿Cómo se llamaba el bar?