martes, 30 de septiembre de 2008

reinvenciones

Quiero hacer de mi vida algo extraordinario. Así me dijiste.

Abunda la abulia en los lugares sin mar, sin sol, ni lunas. Así se ahogaba esa tétrica poesía. Entre tantos romances sin sueño, vagaban cual ciegos en un paraje desierto. Esta peculiar troupe de ánimos perdidos miraba con igual apatía el resplandor del alba como un pedazo de jamón podrido. Y eso era lo extraordinario de su suplicio autoinfligido: la superposición de una ausencia de asombro, la supresión de la sorpresa grata y de la sorpresa maligna por unos ojos que todo cubrían de neblina insípida.

Reinventaron el cielo, planteándolo color vino, sabor a sangre y olor a alcantarilla. Oían el canto de cisne brotando de sus propios oídos, anunciando la muerte de sus células auditivas por culpa de los audífonos al máximo volumen. Poco importaba. Igual que importaba poco la caída de cabello, o unos tenis rotos y la ropa sin planchar.

martes, 23 de septiembre de 2008

Sí, lo recuerdo bien...

Sonrisa, sonrisa, sonrisa: qué bien se pinta el mundo con acuarela de risa y brocha de sones malvados extra-terrenales que nos embelesan y nos hartan. Nos confortan, nos hastían de placer. Y así la vida resulta bastante motivante y linda.

De qué va ésta, sencilla vida si no hay ensayos ni momentos para recapacitar después de la eterna masa colectiva que nos impulsa y no nos deja mirar atrás.

[Quince violines se suman al baile. En el jardín no hay espacio para ofuscantes denigraciones de la belleza y su fatalidad. No hay momentos ingratos, finding Neverland. I'm finding Neverland...]

Sí, era tan solo un acordeón. Pero queda la esperanza que al final tu cabeza tenga la razón y venza a la realidad.

Londres nunca fue para soñadores. Siempre hay bruma, si quieres verlo así. Nunca le dio por ver felicidad. Antes prefirió envolverse en su saco hermético de soledad y maravillosos ensayos oníricos. Era todo levedad.

Yo quise ser James Barrie. Dónde encontrarlo todo mas que en un lugar que nunca existirá jamás.

Extrapolar es una de las más deliciosas libertades que tenemos…
Todo es potencialmente candidato a convertirse en una inspiración/aspiración.

¿A qué vengo con todo esto? Nunca sabes qué incentiva recóndita de la existencia te va a encender la chispa adecuada, y de eso obtener motivos inspiracionales-atractivos.

De dónde saca la gente sus ideales si no es a base de prueba-ensayo-error. Sus convicciones, corrijo.

Los ideales pueden ser inculcados a base de puño y sangre. Las convicciones del ser humano, ese deseo, la ESENCIA, sólo se obtiene cuando comienzas a vivir.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Blanco

Yo que te dije aquella madrugada, cuando nos quedamos atrapados en la caja roja con vidrios de estrella y olor a café

Yo que prometí al aire nunca dejar de añorarte:

Te quiero en sueños
Te amo en los espejos rotos

Pero no te siento en el tiempo.

Te amo a instantes, pedazos de vida cojos

De vez en cuando te amo a medianoche
Te amo en negro
Te amo en el perfume de algún peatón
Te amo en la pared de pintura descarapelada

En realidad, verdaderamente te amaré
el día que yo cese.
(de recordarte)

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Madrugadas

Desde las siete y media que no deja de llover. No puedo salir a bañarme, es lo malo de las casas así de viejas, con los cuartos separados y el patio enmedio.

Todas las noches buscando algo más para calentarse; además de frazadas, colchas y abrigos para pasar la noche.

Allá uno que se muere de calor, y aquí comienza ya a sentirse la inclemencia del frío.
(quiéreme, porque me esfumo...)


Continuará

lunes, 8 de septiembre de 2008

Re-offender

Un día despiertas sintiéndote la única persona en todo el mundo. Recoges el periódico, te ves barriendo el frente de la casa de al lado y saludas, caminas a la cocina para hacer café, hojeas el diario y lees, sin sorprenderte, que mientras dormías tuviste un accidente en la carretera donde hubo catorce muertos, ves las imágenes de tu cuerpo exánime dispuesto en distintas posiciones, algunas caras están cubiertas con mantas azules, pero eres tú; también firmaste la paz en medio oriente mientras fumabas dos pipas al mismo tiempo, pero empezaste a pelear contra ti mismo en alguna selva de latinoamérica.

Esa especie de omnipresencia que a ratos incrementaba tu curiosidad, pero que también la mitigaba, te confundía. Pensarte, saberte el único. Sin mayor compañía que tí mismo, en el amplio sentido de la palabra. Poder estar contigo en todos lados era tan inevitable que decidiste irrelevante conservar los espejos en el baño y en tu cuarto. Para qué, si podrías salir y contemplarte en el vecino.

Hasta los niños tenían la misma cara que tú, cuando eras chiquito. Estudiaban a diario las hazañas que, de repente, sucedió que habían sido logradas por tí. Tú, que ganaste la independencia para el pueblo, y al mismo tiempo le declaraste la guerra a tu propio país. Tú, que habías descubierto el fuego (¿cómo podría ser? Pero los registros te mostraban a tí, no había duda.) Y eras artista, eras cantante, eras pintor, eras el más pobre y el más rico de todo el mundo al mismo tiempo. Dabas conciertos y dictabas conferencias en todos lados. Incluso hacías misas para cristianos, judíos, musulmanes... En todas partes, aún y no te gustaran los gatos, no faltaba la ocasión en la que te encontraras a tí mismo cargando uno de ellos.

Los gatos te miraban enigmáticos. Como si comprendieran que eras el único, pero que podías ser cualquiera. Y se aburrían y te dejaban pero siempre volvían. Para ti todos los gatos eran el mismo gato. Sólo era uno, igual que tú. Lo mismo pasaba con los árboles y todo lo demás. ¿Cómo enamorarte de alguien que era tú? Esa especie de narcisismo, al principio excitante y vanidoso, terminó por irritar tus noches, pues parecía que dormir con otro tú era como la soledad multiplicada por dos.

La ansiedad derivó en una aturdente inquietud por saber, por imaginarte qué sucedería cuando murieras. El mundo habitado por tí se derrumbaría. No habría más niños, ni vecinos, ni viejos, ni mendigos con tu mismo rostro. De cualquier manera, primero matarías al gato, para acabar con esta paranoia.

Y todos los gatos desaparecieron.