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martes, 20 de octubre de 2009

Aquél que se roba mis bufandas

Es cierto, se viene anunciando el frío.
(Él llega siempre con el frío...)

Escuchando historias de pueblo, de abuelitos, memorias.
Cada uno tiene su particular PUEBLO. La mayoría de las veces indica origen, identidad. Difícilmente puede desapegarse de la palabra sin dolerse al arrastrar cierta cantidad de recuerdos.
Hay nostalgia. También puedo percibir una masa informe de rencores familiares.
No me da asco. En realidad, me temo, no me importa.

Recapitulando: frío, bufandas, recuerdos.

Ah, sí: él.
No vengo a recordar cómo fue que se instaló en mi vida. A decir verdad, ni me acuerdo. Sus expectativas sobrepasaron mis aptitudes. (Él perdió la esperanza, pero yo lo lamento más.)

Pero él no es el idiota que se roba mis bufandas. Tampoco es el artista bohemio que yo alguna vez dibujé en mis sueños. No es el que vino después de éste, ni el que estuvo antes.

Él llega con el frío, se pasea un rato por el parque, come como el cubano, y luego se va.

Yo ya no escribo.
No escribo para nada/nadie.


lo perdí

lunes, 22 de septiembre de 2008

Blanco

Yo que te dije aquella madrugada, cuando nos quedamos atrapados en la caja roja con vidrios de estrella y olor a café

Yo que prometí al aire nunca dejar de añorarte:

Te quiero en sueños
Te amo en los espejos rotos

Pero no te siento en el tiempo.

Te amo a instantes, pedazos de vida cojos

De vez en cuando te amo a medianoche
Te amo en negro
Te amo en el perfume de algún peatón
Te amo en la pared de pintura descarapelada

En realidad, verdaderamente te amaré
el día que yo cese.
(de recordarte)