Estoy sorda, ciega,
manca.
Me despierto en las mañanas con diez neuronas menos que el día anterior.
Olvido mi bolsa en los restaurantes.
Me pierdo al llegar a mi casa.
Pero puedo ver todo, cuando cierro los ojos
Sin necesidad de ningún tipo de droga.
Viva la vida
Siento el pulsar
Y tu cabello
Sucede que ahora puedo ver hasta la luz más intensa y blanca
que se posa frente a mí
Escucho ruido
Y las voces de cánticos de iglesia...
No creo que San Pedro me deje entrar por su puerta, mañana en la mañana.
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